domingo, 7 de octubre de 2007

DEL KFC SAMURAI AL SUSHI SHINKANSEN

Los japoneses recurren muchas a estrategias de marketing insólitas incluso en establecimientos de comida.

Por ejemplo, en Navidad es común ver a la estatua del Coronel Sanders, creador de Kentucky Fried Chicken disfrazado de Papá Noel... bueno, en fin, algo se parecen...


Pero lo que hasta ahora no había visto era un Coronel Sanders vestido de samurai. Lo anecdótico del asunto es que fueron los samurais los que más se opusieron a la apertura de Japón al occidente, al inicio de la era Meiji. Imagino que si Saigo Takamori resucitara, se volvería a hacer el hara kiri.


Bueno, mientras unos buscan disfrazar lo moderno con el sabor del pasado, hay quienes modernizan lo tradicional.

Tal es el caso de nuestro sushi bar favorito y al que visitamos luego de un buen tiempo y nos dimos con interesantes innovaciones. Un sushi bar es un local donde los platos de sushi se colocan en una banda sin fin y los comensales escogen los platos a su gusto.

Dado que es un local muy popular, anteriormente los comensales anotaban su nombre en una lista que luego eran llamados por altavoz (naturalmente, los latinos solíamos anotar nombres como "Soyunavaca"(ソユナババカ) o "Tengocarehuevo" (テンゴカレフエボ) y era muy divertido escuchar a la muchacha gritndo en voz alta Tengocarehuevoooooo!!!!)

Bueno, aquellos días divertidos se han ido, pues ahora el mismo cliente selecciona el número de comensales en una máquina, la que le selecciona su turno, igual a como sucede en los bancos.


Una vez sentados, nos damos con otra sorpresa. En realidad, antes el cliente tenía dos alternativas: se podía escoger los platos de la banda sin fin, o si uno no tenía paciencia para esperar que llegue su plato, podía ordenarlo desde un micrófono instalado en cada mesa. Tras unos minutos llegaba la orden en un plato especial y con el número de la mesa que lo había ordenado.

Hoy se puede ordenar desde una pantalla sensible donde aparece cada una de las opciones del menú, seleccionando además cuantas porciones de cada plato.



Sin embargo, la mayor sorpresa vendría al final, cuando nuestra orden llegaría nada menos en un tren bala o Shinkansen en miniatura, con sonidito y todo. Una vez recogios los platos y presionado un botón, el "tren" regresa a la estación... digo, a la cocina.


Al final disfrutamos nuestra orden... con el logo del restaurante marcado... dos tortugas!! (cualquiera le pone dos liebres, porque de verdad el servicio fue rápido)


Presionar aquí para ver un video de este singular restaurante.

2 comentarios:

Marco dijo...

que nota tan curiosa, muchos exitos arquitecto!

Vero dijo...

jajaj geniaaal
me imagino en un futuro un lugar así de sushi pasa a ser el nuevo Mc Donalds!!!!! que opinan? muy loca mi idea?