sábado, 1 de diciembre de 2012

DOMINANDO AL ALFABETO RUSO


En esta entrada continúo compartiendo mi experiencia sobre cómo estoy aprendiendo ruso. Lo primero que hay que hacer para aprender ruso es conocer su alfabeto, llamado Alfabeto Cirílico. Esto puede parecer obvio, pero no lo es. En el mercado hay muchas aplicaciones y hasta libros enteros sobre cómo aprender ruso usando únicamente caracteres latinos. Bueno, pienso que están bien si uno piensa viajar como turista una semana a Moscú, pero si se quiere aprender el idioma son una gran pérdida de tiempo  porque:
  • Suelen ser muy confusas, ya que están orientadas para el anglo-parlante (la u la escriben como oo, etc). Por tanto, se corre el riesgo de terminar hablando ruso como George Bush.
  • Es muy difícil ubicar las palabras en un diccionario.
  • Nadie usa la transliteración (o sea escribir con letras latinas) en Rusia
  • Hay letras como Ж o Щ que no tienen equivalente en el  alfabeto latino
  • Cuanto más pronto se aprenda el alfabeto ruso, mejor.

Ahora, hay algunas aplicaciones o textos que usan letras cirílicas y abajo de ellas indican su sonido en letras latinas. Eso está muy bien, sobre todo porque no hay forma de coocer dónde va el acento en una palabra rusa.

La idea que más me ha servido para aprender el alfabeto ruso es pensar que es mucho más fácil que el chino o el japonés. Vamos, son sólo 33 letras, algunas de las cuales son idénticas a nuestras letras (A, O, T, M, etc) y algunas otras las podemos intuir. ¿Recuerdas cualdo estudiabas en el colegio que π = 3.1416? Pues bien,  π = П = P.   ¿y qué tal el ángulo delta Δ? Bueno, Δ = Д = D. Incluso las letras más complicadas como la Ж son un chiste comparadas con letras como  ตั en tailandés o  議 en chino.

En la web hay muchos videos que enseñan el alfabeto ruso. En este caso, por ejemplo, se muestra el alfabeto con alguna palabra que lo identifica, su significado y su transcripción.



No está mal si uno tiene memoria fotográfica, pero el problema que encuentro en estos vídeos es que enseñan los caracteres en el orden en que se encuentran en el alfabeto ruso, que no es necesariamente el orden más fácil para aprenderlos. En ruso hay algunas letras que se leen y se escriben como en el español, como la A, E, M, O, K y T. Otras, que se escriben igual pero se pronuncian diferente, como la C, B, H y P, y otras que son completamente distintas como las ж, ю, ф, я, etc.

De todos los videos que he visto sobre al alfabeto ruso, la serie de la profesora Vera Polyakova me parece la mejor, aunque está en inglés. En cada clase ella revisa las letras por grupos, da ejemplos de vocabulario y finalmente practica con la escritura cursiva, que puede ser muy diferente a la letra tipográfica. (En lo personal, he preferido familiarizarme bien con las letras tipográficas antes de intentar memorizar la escritura a mano).



Otra serie es la del Prof. Víctor Huliganov, un linguista que conoce muchos idiomas, pero con un inglés de acento ruso muy marcado y a veces con terminologías gramaticales complicadas, la puede hacer difícil de entender. Tampoco ayudan el color de las letras ubicadas sobre la imagen y me parece que a veces el profesor se va por las ramas, pero como erudito es muy interesante. Por ejemplo, aquí hay una explicación detallada de las vocales fuertes y débiles en varios idiomas, incluyendo el ruso.


Hay también algunas aplicaciones para smartphones. Ésta me resultó útil.

En el próximo post comentaré cómo estoy aprendiendo los sonidos en ruso. Hasta entonces.

lunes, 26 de noviembre de 2012

CÓMO ESTOY APRENDIENDO RUSO: INTRODUCCIÓN


Siempre me he considerado una bestia para los idiomas. A pesar de que lo escucho, uso, leo y escribo todos los días, siento que mi inglés es poco elegante, contiene varios errores y hay veces en las que me siento perdido. Aprendí el italiano hace algunos años, pero por falta de práctica lo olvidé en poco tiempo. Mi más grande fracaso ha sido el japonés: pasé miles de horas durante casi dos años practicando los caracteres chinos o kanjis y siento que hablo japonés como un niño de dos años. Estando en Japón intenté aprender francés, lo cual fue un gran respiro para mi cerebro (vamos, J'aime la mer es mucho más cercano a Yo amo el mar que I love the sea o Watashi wa umi ga daisuki desu). En todo caso, no queda casi nada del francés en mi memoria. Hace medio año traté de aprender ruso con el mismo resultado, lo poquísimo que aprendí desapareció luego de un mes de no practicarlo.



Ante esta devastadora experiencia y estando en la necesidad de aprender ruso, hace mes y medio decidí invertir primero un tiempo para investigar cómo aprender un idioma antes de empezar a aprender el idioma en sí. Es decir, tratar de descubrir una la metodología de aprendizaje que sea eficaz (que me permita alcanzar el objetivo de aprender el idioma) y a la vez eficiente (que permita obtener buenos logros con un esfuerzo relativamente moderado).

El resultado ha sido muy interesante. En apenas mes y medio noto que voy aprendiendo consistentemente, y que no sólo soy capaz de decir varias cosas sino de recordar aquellas que aprendí. Debo recalcar que, a diferencia de mi estudio los idiomas anteriores, hasta el momento mi aprendizaje es autodidacta y no he necesitado de clases teóricas o de libros de texto (aunque sé que en algún momento serán imprescindibles)

Así que he pensado en compartir mi experiencia, con mis errores y aciertos, que si bien se focaliza en el ruso, puede ser aplicada para el aprendizaje de otros idiomas. Esta entrada, además de introducción, servirá como índice para fiuturas entradas.

¿PORQUÉ APRENDER RUSO?

El ruso es una de lenguas las más habladas del mundo. Con 277 millones, es el quinto idioma en el mundo, luego del chino, inglés, español e hindú. Dado que en el mundo de hoy de todos modos debemos aprender algo de inglés, y que el chino y el hindú son mucho más complicados, el ruso es una buena opción por descarte.
Además, la cultura y literatura rusa son fascinantes y vastas, y muchas veces no se encuentran en inglés.

Nosotros los hispanohablantes tenemos muchas ventajas para apender el ruso con respecto a un anglosajón:
  • Entendemos la idea básica de la conjugación de los verbos
  • En español, también cambiamos el género y número de nombres y adjetivos
  • Podemos pronunciar la RR (P), la Ñ (HE (ñe), HЯ (ña), etc) y a pesar de que no es nativa del español, podemos pronunciar la SH ( Ш) en Washington, Hiroshima o cuando imitamos el acento argentino (Sho me shamo Carlos).
Finalmente, me parece un idioma bello, me agrada mucho el sonido del idioma ruso al igual que el del francés.


LAS NUEVAS HERRAMIENTAS

Mi primera observación es que hay 6 herramientas muy útiles  de las que no disponía cuando aprendía aquellos idiomas:

Youtube
Word Reference
Google Translate
Wiktionary
Redes sociales: Livemocha
Aplicaciones para smartphones o tabletas

El uso de éstas ahorra una gran cantidad de tiempo y permite focalizar el aprendizaje. Utilizaré referencias de estas herramientas en subsecuentes entradas. Siempre es útil conocer algo de inglés, ya que hay mucho material gratuito disponible para aprender ruso desde este idioma.

En el siguiente post comentaré mi experiencia al intentar dominar al primer monstruo: el alfabeto ruso. Hasta entonces.



Entradas sobre el tema:


lunes, 16 de abril de 2012

LA LEYENDA DEL MINOTAURO Y EL LABERINTO

Una de las leyendas más interesantes de la antigua Grecia es aquella del Rey Minos y el minotauro, la que dio nombre a la cultura minoica en Creta.

Según la leyenda Minos fue hijo de Europa y Zeus y por tanto ungido soberano cretense. Minos recibió entonces un presente de Poseidón, dios del mar y hermano de Zeus, consistente en un soberbio y hermoso toro blanco.

Poseidón esperaba que Minos le retribuyera ofreciéndole el toro en sacrificio, pero el soberbio rey decidió sacrificar otro toro y mantener a la hermosa bestia como su propiedad.
Poseidón entonces montó en furia y decidió castigar al rey hechizando a su esposa, Pasífae, con un incontrolable deseo sexual por el toro.


Entonces acudió al inventor griego Dédalo para que le creara una estructura en forma de vaca que si ella pudiera ser poseída por el animal (fue una relación, literalmente, bestial).
De esta unión monstruosa nació pues una bestia con cuerpo de hombre y cabeza de toro, hambriento de carne humana, llamado minotauro (mino por el rey Minos y taurus que en griego significa toro).

Minos, furioso porque su mujer le había puesto los cuernos (otra vez literalmente), le pidió a Dédalos que construyera un laberinto debajo del palacio para esconder al minotauro.

La palabra “Laberinto”, que viene del griego “labyrynthos”, o sea “lugar de los labrys”, que eran unas hachas de doble filo que habrían sido usadas para el sacrificio de los toros y que fueron representadas numerosas veces en Creta.


Sin embargo, Minos y Pasífae tuvieron otros hijos, como Androgeo, Adriadna y Fedra. Eventualmente los atenientes mataron a Androgeo, por lo que Minos les declaró la guerra y los venció. Como resultado, demandó a la entonces débil Atenas que cada nueve años se enviara siete jóvenes varones y siete mujeres para ser ofrecidos en sacrificio al minotauro.

En el tercer ciclo de esta particular condena, Teseo, hijo del rey ateniense, se ofreció voluntariamente para ser sacrificado. Sin embargo, una vez Creta, Ariadna, la hermosa hija de Minos y Pasiphae, se enamoró de Teseo, y se ofreció a ayudarle dándole un pabilo y una espada mágica. Teseo usó el pabilo para marcar su rastro dentro del laberinto, y una vez que encontró al minotauro pudo derrotar y matar a la bestia y escapar de aquel truculento e intrincado lugar.


Adriadna esperaba ardientemente a Teseo, pero éste eventualmente la abandonó y en su lugar raptó a su hermana Fedra. Nadie sabe para quien trabaja.

¿Cuál es el mensaje de este mito? En primer lugar, hay un deseo de subrayar el ingenio del ser humano para subyugar a la naturaleza. Eso es representado también en las ceremonias de salto sobre toros que se llevaban a cabo en el palacio de Cnossos.

El otro mensaje transmite la idea de una supuesta superioridad de los atenienses sobre los cretenses. Después de todo se trataba de una leyenda griega.

Este mito permitió al arqueólogo Sir Arthur Evans a encontrar el palacio de Cnossos en Creta en 1900, pero a la vez le llevó a cometer errores en su reconstrucción.