viernes, 13 de febrero de 2009
SAN VALENTÍN AL REVÉS
La fiesta de San Valentín, tan popular en el Occidente, no se introdujo en Japón sino hasta hace pocos años. Los japoneses no son muy adeptos a expresar sus sentimientos románticos abiertamente. Pero sí son muy buenos para los negocios.
Fue así como una compañía de chocolates introdujo la tradición de San Valentín. Aquí no hay muchas chicas cargando su rosa o su globito de corazón, ni bailongas especiales por San Valentín, pero sí hay una venta enorme de chocolates. De hecho, el 30% de las ventas de chocolates al año se dan en esta época.
Pero aquí viene el detalle interesante. Mientras que en Occidente es el hombre quien manda flores o envía chocolates, aquí es la mujer quien regala al hombre.
Hummm maravillosa costumbre... pero lamento ser portador de malas noticias... este año se instaura el Kyaku-Choko, algo así como Chocolate al revés. En otras palabras, a partir de este año el hombre también regala chocolates a la mujer. ¿Estrategia de ventas? Puede ser, pero definitivamente parece que el Kyaku-Choko ha llegado para quedarse. Una muestra más de que la tradicional sociedad machista japonesa va perdiendo terreno y que las mujeres en el Japón tienen cada vez má poder.
Provecho.
VER TAMBIÉN
Podría decirse que San Valentin es una fiesta meramente comercial... asi que no es bueno que se traslade de un continente a otro...
ResponderEliminarTe posteo aquí porque no quise estropearte el otro blog con mis comentarios de estudiante en busca de información sobre Mr. Corbu, pero me encantan los dos blogs.
Un saludo y sigue viajando!
PD: si yo hiciera un mapa interactivo habría visitado mas continentes que tu, pero habría estado en menos sitios en cada continente ;)
Un saludo!!
Hola Azahar (qué bonito nombre)
ResponderEliminarSabes que antes de que hubiera San Valentín en Japón la gente encontraba difícil expresar sus sentimientos? Aún ahora hay matrimonios que jamás se han dicho "te amo".
Gracias por tu comentario y, a propósito, te diré que tú me llevas una ventaja enorme, pues yo a tu edad no había salido de mi país.
¡Saludos!